Estamos a pocos días de la toma de posesión del nuevo binomio presidencial. Con ello, un equipo multidisciplinario asume la difícil tarea de administrar las distintas entidades que son parte de nuestro aparato público. Tras meses espera, a inicios de esta semana, el presidente electo Arévalo, dio a conocer quiénes serán los que encabezarán los distintos ministerios y secretarias de su gabinete para los próximos cuatro años.

 

Cada uno de ellos tiene una gran responsabilidad en manos. Estoy seguro que no fueron seleccionados al azar, sino gracias a sus méritos y talento. El liderazgo desde la Presidencia y desde los Ministerios será determinante en la conducción y desarrollo de nuestro país. Ese equipo es el que puede marcar la diferencia entre el estancamiento y el avance, entre la mediocridad y la excelencia. Esperemos que sus méritos y talentos sean suficientes para marcar una diferencia positiva.

 

El plan multisectorial de Guatemala No Se Detiene partió por identificar cuáles son los cuellos de botella vinculantes en nuestro desarrollo nacional. Es sobre esos cuellos de botella que debemos enfocar nuestra atención y esfuerzos como país: la infraestructura, el Estado de Derecho, el capital humano, y la atracción de inversión extranjera. Sin embargo, si realmente nos detenemos a analizar cada una de estas problemáticas, nos damos cuenta que el gran cuello de botella, el problema de fondo, es la falta de talento humano. Lo más preocupante es que estamos perdiendo a los chapines más talentosos debido a la migración irregular hacia Estados Unidos. Muchos prefieren buscar cómo brillar afuera y no aquí, en el país que los vio nacer.

 

Tomemos el ejemplo de la infraestructura vial de nuestro país. Hoy nuestra red es deficiente e insuficiente. Apenas y contamos con un metro de red vial por habitante, lo cual dista por completo de la situación de otros países de nuestra región, como Costa Rica, quienes cuentan con casi 9 metros por habitante. Tenemos un déficit de 20,000 km de carretera y, a pesar de las promesas de campaña y los ofrecimientos de construcción de infraestructura de las últimas administraciones apenas se construyen 209 km al año. No es un tema de recursos. Inclusive, me atrevería a decir que no es que haga falta “voluntad política” pues nada generaría más réditos de popularidad que inaugurar nuevas carreteras. El verdadero cuello de botella es la falta de capacidad de ejecución de infraestructura. Detrás del telón hay un sinfín de obstáculos que tienen que ver con talento humano, y que limitan la capacidad de construcción de más kilómetros. Me refiero a ingenieros que puedan firmar estudios de obras o diseñar bases de licitación. O quienes puedan analizar y rendir cuentas sobre la calidad de las ofertas técnicas o de las obras que están siendo entregadas.

 

Otro ámbito en el que la falta de talento se hace ver es en nuestras estadísticas. Siempre digo que lo que no se mide, no se mejora. Pero, en Guatemala, contamos con pocas estadísticas fiables. Estos datos son la base fundamental para tomar decisiones informadas y realizar mejoras significativas en cualquier ámbito. Al carecer de talento en la interpretación y aplicación de las estadísticas, se dificulta la identificación de áreas de oportunidad, la evaluación del rendimiento y la implementación de estrategias efectivas. Por lo tanto, es crucial contar con profesionales capacitados y talentosos que tengan a su cargo el levantamiento de esta información en el INE y en cada una de las carteras ministeriales.

 

El gabinete anunciado hace algunos días está conformado por guatemaltecos talentosos. Personas quienes fueron seleccionadas por su trayectoria y experiencia en sus áreas. Desde ya, todos ellos tienen un reto inmenso en sus manos, y deberán demostrar no solo habilidades administrativas, sino también su habilidad por robustecer las capacidades de ejecución de sus respectivos equipos. Su compromiso genuino con el desarrollo sostenible de Guatemala no será suficiente para garantizar su éxito si no se fortalece, en paralelo, la capacidad de ejecución.

 

Quiero agradecerle a cada uno de los miembros del gabinete entrante por aceptar el reto y desempeñarse como servidores públicos. Les deseo todo el éxito en sus respectivas carteras y los exhorto a que realicen una evaluación a conciencia de las capacidades de sus equipos para seguir fortaleciéndolos, no con lente político sino con el lente de los resultados que deben de entregar al pueblo de Guatemala.