A pocas semanas de la segunda vuelta electoral el ambiente está cargado de tensión y la atención volcada a los procesos judiciales. Los preparativos en estas próximas semanas serán cruciales para lograr un evento electoral exitoso. Sin embargo, los actores se encuentran distraídos, arriesgando dichos preparativos y hasta el mismo proceso electoral. Ello derivado de la atención que les exige el dar respuesta a los requerimientos del Ministerio Público, en relación con los casos que se encuentran en investigación.

 

En las últimas semanas, nuestro Tribunal Supremo Electoral (TSE), ente rector y máxima autoridad en materia electoral en nuestra nación, ha sido el centro de atención. La Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) y el Ministerio Público (MP) le han hecho múltiples solicitudes al TSE que lo distraen de su mandato. En realidad, todos deberían estar al servicio del TSE para garantizar un proceso electoral íntegro, en paz y con la mayor participación ciudadana posible. Esto no debería estar en duda nunca.

 

No obstante, vemos cómo esta segunda vuelta está en riesgo. El panorama ha afectado enormemente la salud mental y motivación de los voluntarios del proceso electoral, me refiero específicamente a las Juntas Receptoras de Votos y las Juntas Electorales. La incertidumbre en el ambiente genera miedo y pone en riesgo su participación, se sabe que incluso algunos de ellos han decidido renunciar. ¿Qué pasa si alguna de las Juntas Electorales decide no participar por acoso? ¿O si los digitadores del TSE no se presentan ese día por miedo e intimidaciones?

Jefe de la Feci cuestiona a autoridades del TSE y habla de investigaciones por supuestas irregularidades en caso de Movimiento Semilla

Ayer empezó a circular por redes sociales una encuesta de CID Gallup que da a conocer detalles de la percepción de la ciudadanía ante el panorama electoral. Preocupa que el 73 por ciento de los encuestados piensen que nuestra democracia está en amenaza. En ese sentido, hay un factor adicional que pone en riesgo nuestra segunda vuelta. Y es que, en un extremo, se institucionalice la judicialización de la política, y en el otro extremo, que se promuevan reformas apresuradas para tratar de limitar dicho fenómeno a futuro. En otras palabras, las acciones del MP (percibidas por 46% de la población como incorrectas según la misma encuesta) tendrán una reacción y consecuencias. Lo que no podemos predecir es cuáles.

 

Sobre todas las cosas, preocupa el futuro de nuestra nación. Hemos tenido importantes victorias en los últimos años. Si bien también nos hemos caído, estos golpes han representado un inmenso aprendizaje. Sería una pena retroceder. Tenemos tanto por ofrecerle al mundo, y tenemos todo para convertirnos en un referente a nivel mundial. Preocupa que, quede quien quede, gane quien gane, tendrá que gobernar en un ambiente de incertidumbre y dudas. Además, le tocará gobernar con un mandato débil gracias a la preponderancia del voto nulo en la primera vuelta y posible baja participación para la segunda vuelta.

TSE: investigación de la FECI afectaría participación de digitadores y Juntas Electorales

El debido proceso debe ser respetado. Nuestra Constitución es clara, al igual que nuestra Ley Electoral y de Partidos Políticos. Los roles que cada una de los involucrados, están delimitados. A pocos días de un momento crucial en nuestra democracia, ojalá nuestros partidos políticos participen en esta fiesta cívica de manera pacífica y respetuosa. Ciudadanos, abramos bien los ojos. Recuerden que cualquier acción realizada por entidades de gobierno, partidos políticos o sociedad civil, no puede, en ninguna circunstancia, alterar el orden público, entorpecer, arriesgar ni frenar las últimas semanas del actual proceso electoral. Ante todo, nuestra institucionalidad debe prevalecer. Ciudadanos, velemos por una jornada electoral pacífica, en la cual podamos ejercer nuestro derecho al voto con plena libertad.