Con una simple búsqueda en internet se pueden encontrar “traslados” a “costos de oferta” a Estados Unidos. Aparecen anuncios que prometen “Coyote seguro a EE.UU.”, “varias formas de viajar”, “Llevamos hombres, mujeres y menores de edad”, “Viaje seguro”, “Alcanza tu sueño”, y mucho más. En fin, promesas vacías de personas sin escrúpulos que se aprovechan de inocentes.
El coyotaje es el término coloquial que le damos al tráfico transfronterizo ilegal de personas. Se trata de un crimen inhumano que arriesga la vida y dignidad de todo ser humano. Hace unos días, nuestro Congreso aprobó reformas a la ley conocida como “Anti-coyotaje” (Ley de Migración). Estas reformas endurecen las penas para este tipo de delitos. Nuestro Congreso aprobó cambios a la parte referente al tráfico de personas en dicha ley. Con ello aumentan las penas de prisión contra los “coyotes”, hasta por treinta años, y también al tratarse de casos específicos como traslado ilegal de menores, mujeres embarazadas, tratos crueles o inhumanos, entre otros.
Smugglers, under cover of night, scaled a 14 ft. border barrier and cruelly dropped 2 young children in the middle of the New Mexico desert. The girls, ages 3 & 5, were left miles from the nearest residence. Thank you STN Agents for rescuing these children! @CBP @CBPWestTexas pic.twitter.com/U91y2g8Lk1
— Gloria I. Chavez (@USBPChiefEPT) March 31, 2021
Como hemos visto, la migración ilegal a Estados Unidos expone a nuestros connacionales a riesgos enormes e innombrables, desde accidentes vehiculares, hasta violaciones sexuales, abandono en el desierto, sin mencionar la tortura de “trabajar” como mula para traslado de sustancias y otros ilícitos. Sin embargo, a quienes se exponen y arriesgan sus vidas parece no importarles. Según cifras oficiales, de 2016 a 2021, las detenciones en la frontera sur de Estados Unidos han aumentado en un 279 por ciento.
La abrumante mayoría de las personas migran en búsqueda de oportunidades y mejores ingresos. Para ellos, migrar es la única salida, la única manera de cambiar su destino. Por tanto, terminar con la migración ilegal requerirá esfuerzos gigantes. Esta ley es insuficiente si no se complementa con otras reformas que generen empleo a la escala necesaria. Me refiero a esquemas de Visas Trabajo Temporal Legal en Estados Unidos y potencializar proyectos con capacidad de generación de empleo inmediato como “Guatemala No Se Detiene” y “Scale Up”. Por otro lado, será de vital importancia incluir una gestión de vinculación laboral para los que regresan deportados. Eso porque, seguramente, todavía mantienen algún saldo de su deuda con el “coyote” y, por ello, la necesidad de volverlo a intentar.
Ciertamente esta iniciativa cumple con la promesa que se le hizo a la vicepresidente Harris en su visita hace unos meses. Ahora falta que México y Estados Unidos hagan lo mismo para que exista uniformidad y coherencia entre la retórica y las políticas públicas. Por nuestra parte, como ciudadanos, podemos apoyar al denunciar. El coyotaje es un crimen que debe ser perseguido por la ley. Utilicemos herramientas como tupista.gt o el número 1571. Ayudemos a resguardar la vida de nuestros connacionales.
Ojalá una ley como esta no fuese necesaria. Pero tenemos que reconocer que debemos hacer algo para reducir los riesgos, chantajes y delitos conexos a los que nos exponen los “coyotes”. Debemos también reconocer la importancia y urgencia de la agenda de generación de empleo. Una agenda que permita a los chapines optar por una mejor vida en el país que los vio nacer y, a la vez, evitar la travesía de la muerte hacia el norte.
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