A inicios de este mes, la frontera entre México y nuestro país fue escenario de una terrible tragedia. En Tuxtla Gutiérrez, un camión que trasladaba a Estados Unidos a cerca de 250 migrantes ilegales entró en una curva cerrada a gran velocidad y perdió el control. 55 guatemaltecos fallecieron en el accidente. Justo unos días después, la administración de Estados Unidos anunció inversiones millonarias en Centroamérica para atender las causas raíces de la migración.

 

Las personas migran en búsqueda de una mejor calidad de vida. Migrar no es una decisión fácil. Es más, es una decisión desesperada por salir adelante. A los migrantes no les importa tener que enfrentar peligros inimaginables o inclusive la muerte, con tal de salir de la pobreza. En el caso de nuestro país, cerca del 15 por ciento de nuestra población vive en Estados Unidos y sostienen la economía de sus familias a través de las remesas. Todos ellos, generan el 14.6 por ciento del Producto Interno Bruto.

 

La migración irregular es un problema, pero no solo para Estados Unidos sino para todos los guatemaltecos. Estamos sufriendo un éxodo de nuestros mejores cerebros y de las personas con mayor voluntad y capacidad de trabajar. Pero eso no es todo. Esta situación es tan solo un síntoma de un problema aún más grave: el que no generamos suficientes empleos para que nuestra población tenga oportunidades de superación. La verdad es que, en Guatemala, no hemos hecho suficiente por mejorar la situación de empleo de los guatemaltecos. Y, para echarle más sal a la herida, las empresas que vienen a operar a Guatemala no logran encontrar suficientes personas preparadas para llenar sus vacantes. ¿Cómo es eso posible?

 

Para tratar de responder esta aparente contradicción, me parece interesante que analicemos el Informe Anual de Habilidades Globales de Coursera de 2021. Este reporte analiza el estado de las habilidades globalmente y evalúa las brechas de habilidades en la fuerza laboral. Según el análisis de Coursera, Guatemala se encuentra entre los países rezagados de la región, lo cual implica que somos de los países más atrasados en competencias laborales. El informe plantea puntos estratégicos que debemos atender para cambiar nuestra situación, entre ellos está la inversión en desarrollo de capacidades en tecnologías de la información, reintegración de las mujeres a la fuerza laboral, inclusión financiera (55 por ciento de la población latinoamericana sigue sin tener una cuenta bancaria) entre otros temas.

 

Por ende, considero que, si Estados Unidos nos quiere ayudar, se debe enfocar y dejar de enviar mensajes confusos. Esta semana anunciaron una iniciativa de atracción de inversión extranjera, pero la semana pasada nos catalogaron como un país no democrático. ¿Cómo atraer inversión con ese mensaje disonante? Debemos enfocarnos en una misma estrategia. La inversión y el empleo no se generarán por arte de magia. Generar las condiciones posibilitantes debe ser un trabajo en conjunto, enfocado y con resultados medibles.

 

En ese sentido, me parece que debemos trabajar lo siguiente: (1) Cerrar la brecha digital, esto implica subir la penetración de banda ancha, promover el acceso a la red 5G, conectar al todos los rincones del país a una red de internet, etc. (2) Impulsar programas “remediales” de educación para el empleo. Necesitamos generar en nuestra población las competencias que las empresas necesitan ahora pero que sistema educativo no generó (inglés, programación, habilidades digitales, etc.) Y, por último, (3) promover iniciativas de gobierno digital que nos conviertan en un país más atractivo para invertir (menos burocracia, transparencia, cortes digitales, certeza jurídica, etc.)

 

Guatemala es un país con un tremendo potencial. Según el análisis de Coursera, hoy existe una fuerte demanda de personas con capacidades más especializadas, que tengan una educación más avanzada. Sin embargo, nosotros seguimos creando puestos de trabajo “básicos”, que requieren competencias mínimas. Además de ello, producimos pocos empleos, de baja productividad y condenados a desaparecer en el tiempo.

 

Por eso es urgente no solo generar empleos, sino que esos empleos sean de valor. Pero igual de urgente es asegurar que el país cuente con suficientes personas que posean las competencias mínimas para poder optar a esas plazas, tanto las nuevas como las que hoy se mantienen vacantes. ¿Queremos mejorar el ingreso per cápita? ¿Queremos reducir la desigualdad y la pobreza? ¿Queremos acabar con el drama de la migración? ¿Queremos mejorar la calidad de vida de los guatemaltecos? Entonces, ¡mejoremos las capacidades y competencias de nuestra gente!