Para todos, el 2020 fue un año difícil. Ya sea por las dificultades financieras, por los problemas de salud, la fuerte carga emocional, los desastres causados por Eta e Iota, o por demás situaciones tan complicadas que atravesamos como país. Pero, a pesar de los pesares, este 2020 ha sido un año lleno de aprendizajes. En estos últimos días que nos quedan, creo importante que reflexionemos al respecto. ¿Qué nos dejó el 2020?

 

  1. Valorar lo invaluable

 

Durante los días de cuarentena aprendí a valorar más los ratos tan especiales que paso con mi familia, y también valorar los recuerdos de los momentos que pasé con mis demás seres queridos. Debido al distanciamiento forzado aprendimos a apreciar una video llamada o un mensaje de texto. Nos hemos dado cuenta que podemos vencer la distancia física. Entre tanto, me ha impresionado cómo mis hijos han crecido y madurado en estos momentos tan complicados para el mundo. Me admiran con sus preguntas y las reflexiones que comparten conmigo. Ellos me han enseñado a tomarme un tiempo. Tomar una pausa para reflexionar, para apreciar y para admirar. Una pausa para valorar lo invaluable de su compañía.

 

  1. Valorar los retos (y lo que sacamos de ellos)

 

La pandemia puso en evidencia las enormes carencias que tenemos como nación, desde el tan golpeado sistema de salud, hasta los rezagos que sufre nuestro sistema educativo. El Covid-19 nos obligó a ponerle atención y a empezar a abordar tales carencias con sentido de urgencia. Sin embargo, aún no logramos llevar a cabo los cambios que tanto necesitamos a la velocidad que requerimos. Por ello debemos ver esta crisis como una oportunidad. Es momento de ejecutar los cambios que tanto necesitamos para enfrentar los grandes retos de nación, pero para ello tenemos que ponernos de acuerdo. Tenemos que dejar de lado la polarización tan evidente que marca nuestro país. Tenemos que darnos cuenta que todos estamos juntos en esto y solo juntos podremos salir adelante.

 

  1. Hacia un “nuevo” normal

 

El tele-trabajo, la educación “híbrida” y la economía digital han sido la guinda del pastel. Este 2020 la tecnología ha demostrado ser nuestra mayor aliada y muchos lograron innovar para aprovecharla al máximo y hasta sacarle provecho a la nueva realidad, desde emprendimientos que han aprendido a sobrevivir en la crisis, hasta maestros que se han dado cuenta que la educación va más allá que un salón de cuatro paredes. Tras ello, hemos adquirido nuevos hábitos de consumo, hemos adoptado nuevas formas de aprender y trabajar, y nuevas formas de comunicarnos. Hoy vemos a maestros capacitándose en línea, la implementación del modelo de la clase invertida, alumnos que pueden acceder a contenido fuera de horario de clase, niños mucho más motivados por seguir estudiando gracias a la tecnología, personas capacitándose exitosamente en línea, profesionales trabajando de sus hogares, etcétera. Todos estos elementos se han incrementado exponencialmente durante la pandemia y, ciertamente, espero que nunca vuelvan a la “normalidad”. Aplaudo esos avances tecnológicos. Estoy seguro que serán un elemento fundamental para nuestra recuperación. Espero también que el 2021 nos esforcemos para seguir llevando la tecnología a todos los rincones de nuestro país, y así reducir la brecha digital, particularmente entre aquellos más necesitados.

Para mí, la lección más grande de este año es que muchos hemos aprendido a valorar lo que realmente importa, la familia y la salud. El 2020 nos ha enseñado que, ante la adversidad, nuestra actitud lo es todo. El cambio empieza en nosotros mismos. Si este año, debido a las situaciones que tuvimos que atravesar, no logramos ver el lado positivo a las circunstancias, estamos a tiempo de cambiar esa mentalidad. Estamos a tiempo de decidir sobre nuestras acciones y cambiar nuestro destino. Estamos a tiempo de reflexionar sobre qué queremos del 2021 y cómo lo vamos a lograr. En palabras del autor George Bernard Shaw, “el progreso es imposible sin cambio, y aquellos que no pueden cambiar sus mentes no pueden cambiar nada”. No me queda más que desearles a todos un feliz próspero año 2021. ¡Hasta la próxima!