La semana pasada se celebró el Encuentro Nacional de Empresarios por el Desarrollo (Enade), donde se presentó una propuesta sobre la digitalización para apuntalar la #CertezaJurídicaGt. Mi relación con Enade es cercana; fue en 2010 cuando subí por primera vez a su escenario, para dar seguimiento a las propuestas de seguridad y justicia presentadas por Fundesa en 2009. A lo largo de los años, algo me ha quedado muy claro: más que un evento, Enade es un punto de encuentro para consensuar soluciones técnicas a los principales problemas de Guatemala.  

 

Los Enades siguen una agenda temática alrededor de los cuellos de botella que limitan la velocidad a la que nos desarrollamos como país. En cada Enade se presentan soluciones técnicas que han sido consensuadas durante una serie de diálogos previos. El evento conjuga pantallas gigantes, animaciones, ponencias e inclusive bicicletas, en una experiencia lúdica que busca maximizar la comprensión, la apropiación y las probabilidades de éxito de las propuestas técnicas planteadas. Posterior al evento, se hace un seguimiento minucioso para buscar que cada iniciativa se convierta en acciones concretas. Sin embargo, es importante reconocer que la implementación de estas propuestas no descansa en los expertos que las elaboraron. Hay factores externos, como la voluntad política y otras circunstancias que escapan a nuestro control que, en última instancia, determinan el éxito de cada iniciativa.

 

Enade ha sido una valiosa fuente de propuestas que han logrado tracción a favor del desarrollo incluyente de Guatemala. En Enade 2017 se identificó como brecha los 20,000km de infraestructura vial pendientes de construir para alcanzar los promedios regionales. Al actual ritmo de 241km construidos por año, nos tomará 80 años o 20 gobiernos para cerrar dicha brecha. Ni hablar de la corrupción que implica el modelo de contratación actual para ejecutar esos 20,000kms. Es de celebrar que la iniciativa 5431 “Ley de Infraestructura Vial Prioritaria” fue aprobada el miércoles en tercera lectura. Aunque se demoró 7 años en llegar, la aprobación de la ley permitirá atender esta brecha tan sentida por toda la población. Además, nos permitirá cambiar el modelo de contratación de tal manera que se minimice la corrupción asociada.

 

En materia de justicia, se planteó la necesidad de medir los flujos y embotellamientos en la cadena de justicia criminal. Es así como nace en 2014 el Flujograma de Justicia Criminal, una herramienta que registra los movimientos del 100 por ciento de los casos conforme circulan en el sistema de justicia penal. Esta herramienta permite medir la eficiencia de cada institución involucrada en la cadena de justicia. El flujograma incluye a todas las instancias clave del proceso, comenzando con la sociedad, donde surge el “hecho” o presunto delito, y avanzando por la Policía Nacional Civil, el Ministerio Público, el Instituto Nacional de Ciencias Forenses, el Instituto de la Defensa Público Penal, el Organismo Judicial y, finalmente, el Sistema Penitenciario. Me atrevería a decir que ningún país en Latinoamérica cuenta con una herramienta tan completa. No solo ofrece una visión clara de nuestra situación actual, sino que también permite identificar iniciativas de mejora, así como cuantificar su potencial impacto. En los últimos nueve años, hemos visto mejoras cuantificables en el sistema, pasando de una eficiencia global del 12.8 por ciento a un sorprendente 129.8 por ciento. Aunque la cantidad de casos con mora significativa viene en decrecimiento, seguramente aún hay mucho por hacer.

 

Otra iniciativa que surgió de Enade es Crime Stoppers Guatemala (CSG). Esta inició como un esfuerzo para empoderar a la ciudadanía en su importante rol en la lucha contra el crimen y delincuencia. CSG brindó una plataforma segura para poder denunciar de manera anónima, con la certeza que las autoridades darán el seguimiento correspondiente a dichas denuncias, hasta llegar en las capturas pertinentes. A la fecha, CSG ha tenido importantes victorias en nuestro país. Solo en el último año, las denuncias anónimas presentadas en CSG han permitido que nuestras autoridades rescaten a más de 30 niños víctimas de estructuras de explotación y trata de personas.

 

Finalmente, en Enade se han planteado diversas propuestas de digitalización, transparencia y fortalecimiento institucional. Guatemala Visible se ha convertido en un ejecutor de muchas de esas ideas. Al hacerlo, se ha convertido en un acérrimo defensor de la transparencia y de la apertura en procesos de nominación y postulación para diversas instituciones, asegurando que se lleven a cabo de manera justa y responsable. En materia de digitalización del Estado, un ejemplo destacado de las acciones alcanzadas por Guatemala Visible, es la implementación del Tablero Electrónico en el Congreso, herramienta para mejorar la transparencia y la capacidad de fiscalización desde la ciudadanía. Además, Guatemala Visible ha jugado un rol fundamental en la defensa de la integridad electoral, particularmente en este último proceso, contribuyendo a salvaguardar la confianza en las elecciones y velando por el respeto a la voluntad ciudadana.

 

Este año, el Enade 2024 puso el foco en la digitalización del Estado como un paso crucial para atraer inversión extranjera directa y hacer de Guatemala un país más competitivo. Para lograrlo, es indispensable garantizar certeza y seguridad jurídica, elementos clave para que los inversionistas internacionales vean al país como un destino confiable. En este sentido, uno de los puntos más destacados fue reconocer la necesidad e importancia de promover una agenda hacia un Estado 100 por ciento digital, donde la modernización tecnológica permita agilizar procesos y mejorar la eficiencia de los servicios gubernamentales, en especial en instituciones clave como el Organismo Judicial. La digitalización no solo mejoraría la gestión pública, sino que reforzaría la transparencia y generaría un entorno más favorable para los negocios. Ojalá logremos avances importantes en este sentido y, sobre todo, logremos darle un seguimiento adecuado a los compromisos adquiridos por nuestras autoridades actuales.

 

Hay quienes se quejan del Enade. Quizás sea precisamente por su trascendencia e impacto. Así que…¿para qué sirve el Enade? Su propósito central es enfocar la atención en las propuestas que pueden generar el mayor impacto para alcanzar ese desarrollo incluyente al que aspiramos como país. Aunque es cierto que no avanzamos al ritmo que muchos desearían, los resultados son innegables y cada edición de este encuentro impulsa iniciativas que nos acercan a ese objetivo. Tal vez la pregunta más relevante no es solo cuánto hemos avanzado, sino ¿dónde estaríamos sin este espacio de diálogo y propuestas? Sin duda, sin el Enade, Guatemala estaría más cerca de la ineficiencia y el estancamiento que vemos en países como Nicaragua o Honduras. Sabiendo que tenemos más en común que diferencias, ¿por qué no enfocamos nuestras energías para definir ese plan de nación que nos llevará al desarrollo incluyente de nuestro país? Mientras tanto, Enade es, y seguirá siendo, un motor clave para el progreso y la modernización que necesitamos. Un espacio que nos muestra resultados concretos hacia la #CertezaJurídicaGT.