Estamos a 72 horas que los ciudadanos ejerzamos uno de nuestros deberes más importantes de toda democracia: el de elegir. Votaremos por las más de 500 personas que tendrán a su cargo la crucial tarea de timonear el rumbo de Guatemala durante los próximos cuatro años. Me refiero al binomio presidencial, alcaldes, y diputados al Congreso y al Parlacen. No tomemos nuestro papel a la ligera.

 

Hoy quiero animarlos a que vayamos a las urnas el próximo domingo 25 de junio. Guatemaltecos ¡vamos a votar! El sufragio, o el derecho al voto, es uno de los pilares principales de todo sistema democrático, ya que representa el proceso mediante el cual el pueblo soberano, según sus preferencias, embiste de autoridad a los poderes legitimados. En Guatemala, al ser una república democrática, todos los ciudadanos tenemos la oportunidad de expresar nuestra opinión y contribuir al proceso político. El voto es libre e igualitario, por lo que absolutamente todos tenemos el mismo derecho de elegir nuestros representantes según nuestras preferencias y valores.

 

Pero este derecho está fuertemente vinculado con la obligación de informarnos. Nuestro deber es investigar, indagar y reflexionar sobre las propuestas políticas para conocer qué piensan hacer estos candidatos una vez lleguen al poder, cómo piensan lograrlo y cuánto nos costará. Investiguemos sobre las propuestas escritas y planes de gobierno de los candidatos, a nivel presidencial, legislativo y municipal. Para ello, nos podemos apoyar en herramientas cívicas como yovotomejor.com, somosbuho.beehiiv.com, www.diestra.com.gt, devalkemy.com, entre tantas otras. Y recordemos todas estas promesas para exigirlas a quienes queden electos a los distintos cargos.

 

No desperdiciemos nuestro voto. En las últimas semanas, he dedicado este espacio al proceso electoral y me ha sorprendido la abrumante cantidad de comentarios, en mis redes, apoyando al voto nulo. Con respeto, me permito expresarles que votar nulo o abstenernos de votar es la salida fácil. Es abdicar nuestra responsabilidad como ciudadanos. En realidad, el voto nulo no beneficia nuestro proceso democrático. Quienes promueven el concepto del voto nulo son quienes buscan favorecer a las agrupaciones políticas que ya lideran en la preferencia de voto o que tienen capacidad de movilización. Sencillamente, votar nulo es permitir que alguien más elija por nosotros. Me parece mejor tomar la difícil decisión de elegir aquel candidato que nos parezca “menos peor”.

 

Habrá quienes argumenten que, en dado caso el voto nulo supere el 51 por ciento del conteo final, nuestros problemas se resolverán porque habría que repetir el proceso electoral. El argumento me parece débil dado que: (1) tendremos que gastar en un nuevo proceso electoral, y (2) los candidatos probablemente serán de los mismos. Además, parece un escenario poco probable dado el contexto histórico donde el voto nulo alcanzó el 4.12 por ciento en el 2019 en la elección de binomio presidencial, y alrededor de 9 por ciento tanto en la elección de diputados nacionales como distritales. No obstante, si decidimos votar nulo, será a sabiendas que lo más probable es que logremos el efecto contrario a lo que en realidad buscamos.

 

Tenemos en nuestras manos el gran poder de elegir. Recordemos que los políticos son servidores públicos y el proceso electoral no es un concurso para ver quien se sirve del Estado, sino de quiénes estarán a cargo de servir al país, enderezando el rumbo y corrigiendo los vicios del pasado. Ojalá podamos exigir que se implementen propuestas técnicas de desarrollo incluyente (como Guatemala No Se Detiene). Y que, como pueblo soberano, podamos exigir que no se desvíen de nuestro plan de nación.

 

Seamos garantes del proceso electoral y defensores de nuestra democracia. Nadie nos puede obligar a votar de determinada manera, nadie puede comprar nuestro voto o ver como votamos, ni nos pueden obligar a votar en un lugar distinto al que nos corresponde. En dado caso, si presenciamos algún delito o irregularidad (acarreo, publicidad, compra de votos, coerción del voto, etc.) ¡denunciemos! Tenemos a nuestra disposición la aplicación de Elecciones Visibles, que nos ayudará a evidenciar irregularidades en este importante proceso.

Finalmente, quiero felicitar y animar a las personas que serán parte de las Juntas Electoras y las Juntas Receptoras de Votos. Gracias por su servicio cívico, han asumido una gran responsabilidad, así que les deseo todo el éxito este domingo.

 

Si somos realmente ciudadanos de bien y nos importa Guatemala, ejerzamos nuestro sufragio y elijamos libremente. ¡Votemos Guatemala!