Hace una semana organizaciones empresariales de El Salvador y de Guatemala, en colaboración con los tanques de pensamiento, FUSADES (El Salvador) y FUNDESA (Guatemala) llevaron a cabo el encuentro virtual “Diálogo Empresarial 2020”. Este espacio, totalmente digital, invitó a líderes empresariales de toda Centroamérica a conversar sobre las oportunidades que este 2020 nos ha presentado, y así construir una nueva realidad para nuestros países. Una realidad más libre, más próspera y más democrática.

En el caso de Guatemala, siempre he dicho que somos el país del eterno potencial. Contamos con tantas bondades y recursos (y ganas) para poder transformarnos en el país referente de la región. Sin embargo, seguimos aspirando por alcanzar este potencial. Tenemos una ubicación geoestratégica (hoy aún más especial debido a las tendencias “nearshoring” desde Estados Unidos y la búsqueda de resiliencia de las cadenas de suministros), la población más joven de la región, gente buena y trabajadora, infinidad de recursos naturales y más. Pero ¿por qué hemos sido incapaces de atraer inversión extranjera a la escala que requerimos? ¿por qué no logramos ser el país que soñamos?

 

Los retos son importantes y están claros. Uno de esos retos es el sistema educativo. Hoy este no nos permite contar con una mano de obra mejor calificada. La mayoría de nuestros jóvenes no se están graduando con las competencias que el actual mercado requiere. Si queremos cambiar esta situación, necesitamos cerrar esa brecha, entre lo que el mercado demanda y lo que el mercado de talento ofrece, e invertir en el desarrollo de talento.

 

El segundo gran reto es acabar con la corrupción que tanto daño le hace a Guatemala. Para ello requerimos un sistema judicial independiente, efectivo y eficiente. El Flujograma de Justicia Criminal de Fundesa es una herramienta que nos puede ayudar a alcanzar esa eficiencia dentro de nuestro sistema. En mi opinión, si tenemos que apostarle a algo para mejorar, deberíamos apostarle a la digitalización de nuestro sistema de justicia. Recordemos que tenemos un enemigo en común. Me refiero al crimen organizado y el narcotráfico. Estos enemigos han causado daños terribles a familias, negocios, comunidades y personas. Además, ha debilitado nuestra institucionalidad y propiciado la corrupción. Necesitamos ayuda del gobierno de Estados Unidos para fortalecer nuestras instituciones y nuestra democracia, y cuidar esos pesos y contrapesos de nuestro sistema republicano. En todo esto, me atrevo a decir que es importantísimo que prevalezca el Estado de Derecho y evitemos replicar burdos esfuerzos del pasado.

 

Otro gran reto, son los niveles de gobernabilidad y estabilidad. El espíritu de las recientes protestas, sin lugar a dudas, es legítimo, pero los altos niveles de violencia en ellas generan miedo en posibles inversionistas. ¿Qué podríamos hacer para generar paz en el país y convertirlo en un lugar estable para atraer inversionistas?

 

Para lograr todo lo anterior, lo más importante es que nuestras autoridades muestren esa voluntad política y liderazgo por implementar estrategias de fondo. Estrategias como la digitalización de nuestro sector justicia y la aprobación de la iniciativa 5431, la Ley de infraestructura vial, enviarían los mensajes correctos a potenciales inversionistas y les demostraría que vamos en la dirección correcta. Espacios como este encuentro virtual empresarial son de suma importancia. Nos permiten analizar la situación de nuestra región, las oportunidades que tenemos para unirnos y mejorar, por el bien de nuestros países. Espero que nuestras autoridades tomen las decisiones correctas para llevar a Guatemala por el camino que nos lleve a una nueva y mejor normalidad.