Ser maestro es la labor más trascendental en nuestra sociedad, porque ellos juegan un papel muy importante en la formación de las futuras generaciones. Su rol es irremplazable. La educación es la herramienta transformadora más valiosa que tenemos. Por ello es importante celebrar las buenas prácticas pedagógicas, tal y como lo hemos hecho desde hace varios años con el premio Maestro 100 puntos.

Empresarios por la Educación, con el apoyo del Ministerio de Educación, llevó a cabo la décimo cuarta entrega del galardón Maestro 100 Puntos. Este premio reconoce la creatividad y esfuerzo de aquellos educadores que van más allá para lograr un aprendizaje efectivo en sus alumnos. Se trata de esos maestros que innovan con sus buenas ideas y aplican métodos con los que alcanzan resultados superiores en el aprendizaje de sus alumnos, logrando así un impacto positivo en su comunidad.

 

 

Este galardón honra y dignifica la profesión docente e incentiva a los maestros comprometidos a continuar con su buena labor. Pero además, el premio Maestro 100 Puntos, visibiliza experiencias positivas que puedan servir de inspiración para educadores en otras comunidades. De esta manera, se aporta el mejoramiento de la educación en todo nuestro país.

Este año once guatemaltecos fueron premiados por su excelente labor en cuatro categorías: “Buena Enseñanza”, “Proyecto”, “Director” y, por primera vez, la categoría de “Nivel Medio”, cuyo fin es reconocer a los docentes comprometidos con la formación de jóvenes. Juan Luis Xuruc, de Totonicapán; Karla Portillo de la ciudad capital y Sergio Flores, de Izabal, recibieron el premio de la categoría de “Buena Enseñanza”. Byron Castillo, de la ciudad capital; Edna Sánchez de Escuintla; Miguel Ángel Pérez de Palencia; Nelson Archila de Alta Verapaz y María Celeste de León de Escuintla, fueron reconocidos por la creatividad de sus proyectos. Por aparte, Daniel Saquic de Quiché; Alberto Queché López de Sololá y Vilma Queché de Sololá, fueron los maestros premiados en la categoría “Nivel Medio” por su trabajo con jóvenes. Y, finalmente, la directora Leonarda Ávila Chún de Suchitepéquez, recibió el reconocimiento por su trabajo como directora.

Todos ellos implementaron proyectos de gran valor, contribuyendo así a mejorar la enseñanza en áreas como matemática, lecto-escritura, comunicación y lenguaje, productividad y desarrollo, expresión artística, liderazgo y formación ciudadana. Sus proyectos y metodologías se salen de lo común y demuestran ser un aliciente para sus alumnos.

Por ejemplo, el profesor Byron ha logrado despertar en sus alumnas el amor a la música y el arte, aplicando exitosamente un método audiovisual que él mismo ha desarrollado para promover el aprendizaje de la marimba. La profesora Edna despierta en sus pequeños estudiantes la creatividad y el interés por la lectura, al aplicar actividades dinámicas y recursos interesantes, como el libro viajero. La profesora Vilma, desarrolla en sus jóvenes alumnos competencias para la vida, promoviendo el respeto al medio ambiente.

Estos son solo unos ejemplos de la labor de estos grandes maestros. Todas las propuestas destacaron por su creatividad y, además, destacaron por motivar a los estudiantes a esforzarse y a permanecer en la escuela. Estos docentes se han convertido en verdaderos catalizadores de cambio, al lograr transformar la vida de muchísimos niños y jóvenes guatemaltecos. ¡Bravo!

Admiro su perseverancia, entrega y arduo trabajo. Tengan por seguro que con su labor han marcado la vida de muchos guatemaltecos que necesitan esa motivación para salir adelante. Felicidades por ser maestros que explotan la curiosidad, talento e inteligencia de sus alumnos, estoy seguro no ha sido fácil, pero todo ese esfuerzo ha valido la pena. En palabras de John Steinbeck, uno de los autores más prominentes de la literatura estadounidense, “un gran maestro, es un gran artista, y hay muy pocos grandes artistas. La enseñanza puede ser el más grande de las artes …” Sigan adelante y, en nombre de toda Guatemala, ¡muchas gracias por esa excelente labor!