En Guatemala, la violencia y la delincuencia no tienen compasión de nadie. Un caso que nos estremeció a muchos fue la muerte de Ángel Escalante, el niño que se reusó a cometer un asesinato y perdió la vida a causa de ello. Historias como esta son la razón de ser de “Escuelas y Comunidades Fuertes”, iniciativa presentada esta semana por UNICEF, la Coalición Empresarial Mundial por la Educación y World at School.

 

Tuve el honor de representar a Guatemala en el lanzamiento de esta importante iniciativa. En el evento se reunieron líderes de todo el mundo para alzar la voz a favor de la educación, con el fin de que sea considerada una prioridad en la nueva agenda del desarrollo global. “Escuelas Fuertes” busca promover acciones que reduzcan la violencia en el entorno escolar y aseguren el derecho de todos los niños y adolescentes a recibir una educación de calidad en todo el mundo.

 

Hay muchísimos niños en toda nuestra nación que han sido victimas de distintos tipos de violencia. Estar expuesto a este mal desde temprana edad marca de forma permanente a un individuo. Algunos reaccionan a través de crimen y tomando las armas, mientras que otros viven con miedo. De hecho, datos de un estudio reciente mostraron que 50% de los encuestados dejaron de atender a la escuela por miedo a ser victimizados. En toda la región, más de 21 millones de niños no van a la escuela por diferentes razones. Ciertamente la violencia y el temor de asistir a la escuela es una de las causas que los empuja hacia su abandono. Esto es inaceptable. Ninguna persona debería de enfrentar la cruel decisión de anteponer su seguridad, al derecho de la educación.

 

En Guatemala, se creó la Comisión de Protección a Escuelas Seguras en enero de este año. El programa busca proveerle a los niños un ambiente sano y seguro para sus estudios, por medio de una serie de medidas preventivas y el involucramiento de la comunidad en distintas actividades. Entre tales actividades se encuentran una constante vigilancia hacia posibles amenazas, el escoltamiento de niños en su trayecto cotidiano hacia la escuela, entre otras.

 

Esta semana, firmé el compromiso de promover esta iniciativa en nuestro país. Parte de ese compromiso conlleva: (i) identificar y fortalecer programas y políticas que promuevan la creación de escuelas seguras y ambientes de aprendizaje protectores, (ii) ayudar a nuestro gobierno a mejorar su capacidad de garantizar el derecho a la educación, que incluye la seguridad en la escuela y (iii) promover un diálogo abierto entre familias, niños, adolescentes, autoridades, sector privado y comunidades, tanto para la acción inmediata como para la respuesta a largo plazo. Es deber de todos los guatemaltecos velar porque la educación de nuestros niños sea respetada.

 

Las maras, delincuencia y otro tipo de violencia son grandes amenazas a la seguridad ciudadana y a la convivencia pacífica. No podemos permitir que estos males se enraícen en instituciones de gran importancia para el desarrollo de una persona, como lo son las escuelas. Nuestros niños necesitan nuestra protección y merecen una educación segura y de calidad. La educación es la herramienta más poderosa que tenemos en nuestras manos para reducir la pobreza en nuestro país. Apoyemos todos el programa de #EscuelasFuertes, para que los niños puedan estudiar sin miedo, porque un pueblo educado, progresa.