Una vez más, los guatemaltecos demostramos que una nación unida puede alcanzar grandes cosas. El pasado domingo hicimos historia en las urnas. Nos manifestamos pacíficamente a través del voto y usamos las 5 papeletas como nuestros cartelones. ¡Me atrevo a declarar que el gran ganador de estas elecciones es Guatemala!

 

Por primera vez en nuestra historia democrática, asistieron a las urnas el 71.2% de guatemaltecos empadronados, una cifra record y ejemplo para muchos otros países del mundo. De hecho, no existe en toda América Latina otro país en donde haya tan alto porcentaje de participación en las elecciones. Además, cabe resaltar que el porcentaje de votos nulos bajó de 5.8% a 4.2%. Con nuestra masiva participación, evidenciamos el despertar de una nación que, pese a la sugerencia de algunos actores de suspender las elecciones, prefirió expresar su voluntad de una forma democrática a través del voto.

 

Pero la ciudadanía no solo mostró su interés en el proceso al ir a votar, sino que también fueron observadores electorales bastante activos, fiscalizando todo el proceso y denunciando anomalías. Muchos guatemaltecos optaron por pronunciarse a través de la aplicación de Guatemala Visible, “Elecciones Visibles GT”, y otros utilizaron las plataformas habilitadas por el Ministerio Público y el Tribunal Supremo Electoral.

 

En el caso de Guatemala Visible, fueron recibidos 1,329 reportes por diversos hechos como compra de votos, propaganda de partidos y/o candidatos, presencia de partidos políticos, intimidación a votantes, etcétera. Las denuncias fueron principalmente de los partidos: (i) Líder, con un 60.5% de los hechos evidenciados, (ii) Partido Patriota, con 20.4% de denuncias y (iii) la Unidad Nacional de la Esperanza, con 2.9% de señalamientos. Será responsabilidad de las autoridades competentes dar el debido seguimiento a la base de datos de anomalías que les será entregada y determinar si procede una sanción respecto a estas faltas.

 

Indudablemente, los guatemaltecos le hemos demostrado al mundo que, por muy pequeña que sea una Nación o por muy grandes que sean sus problemas, si el pueblo se une, los cambios son posibles. Hemos demostrado que sí se puede poner un alto a la corrupción, sí se puede denunciar sin miedo y sí se puede cambiar el rumbo de un país. Los guatemaltecos hemos dado el ejemplo a naciones hermanas, para que ellas también vivan un verdadero despertar ciudadano.

 

Independientemente de quién gane la presidencia, hoy veo un gobierno que estará mucho más vigilado por la sociedad. Veo un Congreso mucho más equilibrado, sin aplanadora y con la mitad de caras nuevas. Veo un país lleno de valentía, que se ha atrevido a romper paradigmas al exigir una verdadera cuentadancia. La activación de la ciudadanía que hemos visto en los últimos meses es fenomenal. Pero este es apenas el comienzo, no nos podemos acomodar ni nos podemos rendir hasta depurar toda la cleptocracia que aún se encuentra incrustada en las entrañas de nuestro sistema. Hoy hemos dado un paso decidido y firme hacia la reconciliación y hacia lo que una República Democrática debe de ser. Sigamos por ese camino y ¡vamos por una mejor Guatemala!