En 2002 mi padre, Sergio Paiz Andrade, y otros empresarios fallecieron en un terrible accidente durante un viaje. El objetivo de dicho viaje era aprender de proyectos e iniciativas de desarrollo exitosos para replicarlos en la Fundación para el Desarrollo de Guatemala (FUNDESA). El pasado 24 de noviembre, en su treinta aniversario, recordamos a quienes dieron su vida por el desarrollo y la reducción de pobreza de nuestro país.

FUNDESA se constituyó como fundación desde 1984, conformándose por empresarios a título personal. Con el paso de los años, llegó a convertirse en un centro de pensamiento e incidencia para contribuir al desarrollo de forma integral, sostenible y democrática, en el marco de una economía de mercado y un Estado de Derecho. A lo largo de estos treinta años, FUNDESA se ha consolidado como el referente del empresariado guatemalteco que propone políticas públicas, con una visión de largo plazo sobre los temas más incidentes para lograr el desarrollo incluyente de nuestro país.

El Encuentro Nacional de Empresarios (ENADE), las publicaciones periódicas sobre la temática social y económica de nuestro país, la constante investigación, análisis e incidencia en políticas públicas, son tan solo algunos de los aportes que esta institución realiza día con día a nuestra sociedad. A todo ello se le suma “Mejoremos Guate” (MG), una iniciativa impulsada junto a CACIF, cuyo objetivo es encontrar una hoja de ruta que lleve a Guatemala a ser una nación más próspera, más solidaria y más segura.

Para lograr tal objetivo, MG se enfoca en el desarrollo de proyectos e iniciativas técnicas que pretenden resolver las limitantes vinculantes al crecimiento del país. Bajo su tutela, maduran proyectos como Alertos, la Alianza por la Nutrición, Juntos por la Educación, el Consejo Privado por la Competitividad, Guatemala Visible y, el presente espacio de debate y reflexión, AJKEM-Tejedores.

En lo personal, he formado parte de este esfuerzo desde 2008. Fue en ese año en que fui invitado a seguir los pasos de mi padre y así continuar la labor que él dejó inconclusa. De esta manera me integré a la Junta Directiva de FUNDESA y, poco a poco, me fui involucrando en el sinfín de esfuerzos que esta fundación lleva a cabo por alcanzar una Guatemala desarrollada, haciéndole así honor a su nombre.

Este aniversario marca un hito muy importante en la historia de FUNDESA. Como fundación, hemos evolucionado en ser una organización independiente con visión a largo plazo, aportando exitosamente al desarrollo inclusivo de nuestra nación. Celebro que exista una plataforma como esta fundación la cual, a lo largo de estas tres décadas, nos ha servido a tantos, quienes nos identificamos con su propósito de una Guatemala más próspera, más solidaria y más segura. Debemos involucrarnos y apoyar la reconstrucción de nuestro país. Este esfuerzo es de guatemaltecos, para los guatemaltecos ¡Vamos por muchos aniversarios más!