El Encuentro Nacional de Empresarios (ENADE) de este año, tal como los anteriores, atiende una de las limitantes vinculantes al crecimiento de nuestra Guatemala: la inseguridad.

La violencia afecta a los más de 14 millones de guatemaltecos que vivimos en este país. Según datos de FUNDESA, mes a mes somos víctimas de los siguientes actos delictivos (i) 355 homicidios por arma de fuego, (ii) 450 robos de motocicletas, (iii) 290 desapariciones, (iv) 70 violaciones y (v) Q40mm cobrados vía extorsiones. Como se dice coloquialmente, estas estadísticas “lloran sangre”.

Estas alarmantes cifras hacen que reflexionemos sobre cómo mejorar el ambiente de Seguridad Ciudadana. En ese sentido, debemos de partir por reconocer la complejidad y “multi-causalidad” del fenómeno. Para incidir en mejorar los índices de criminalidad y violencia es primordial entender la “cadena productiva” de la Seguridad Ciudadana; desde la prevención hasta el encarcelamiento, pasando por la respuesta al delito, investigación, judicialización y certeza de castigo.

Es importante reconocer que hay avances en materia de Seguridad Ciudadana. La tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes por primera vez en muchos años es menor al nivel que se tenía al firmar los Acuerdos de Paz en 1996 y exhibe una reducción de 27% desde su pico sanguinoso en el 2009.

En este capítulo de ENADE el invitado especial será Rudolph Giuliani, abogado, político y alcalde de la ciudad de Nueva York de 1994 a 2001, para asesorarnos en cómo seguir mejorando la “cadena productiva”. Giuliani es conocido por su política de “Ventanas Rotas” y liderazgo durante los atentados del 11 de septiembre. Además, su adminisración como alcalde se caracterizó por reducir en 65% el crimen general y en 70% los homicidios a través del programa municipal “CompStat”, con el cual logró generar innovaciones importantes en toda la ciudad. Todos sus esfuerzos lograron que Nueva York fuera nombrada por el FBI como la ciudad más segura de Estados Unidos.

Es de urgencia nacional que busquemos la ruta que nos lleve a ser una Guatemala más segura y la participación de Giuliani puede ser la lumbrera que necesitamos. Esto no solo por el resguardo de todos nosotros y de las futuras generaciones, sino por las implicaciones económicas que la inseguridad tiene. Según estudios de FUNDESA, la violencia en Guatemala tiene un costo anual de aproximadamente 9.8 mil millones de dólares, lo cual representa 11.3% del PIB. Una reducción del 14% en homicidios impactaría en el crecimiento del PIB anual de 1% (Banco Mundial: 2011). Si se hubiese logrado una reducción de esta magnitud en forma consistente desde la firma de los Acuerdos de Paz en 1996, el ingreso adicional por año para cada guatemalteco sería de Q5,000.

ENADE 2014, al igual que en años pasados, busca plantear propuestas cada vez más concretas para abordar las limitantes vinculantes a nuestro desarrollo. Además, busca también ofrecer los mecanismos de seguimiento a dichas propuestas. Sin embargo, debemos tomar en cuenta que la implementación de las propuestas depende de muchos factores. En primer lugar de la “voluntad política” y respaldo desde cada uno de los colores partidarios, razón por la cual en ENADE 2013 se promovió la firma de un Acuerdo Nacional de Desarrollo Humano (ANDH) por parte de representantes de casi todos los partidos políticos. Paso seguido, depende también de la capacidad de ejecución que tenga el gobierno y de superar la debilidad institucional que afecta negativamente nuestro estado. Diez meses después de su firma, a pesar de ser un compromiso para mejorar en los indicadores sociales más básicos y fundamentales, aún no percibimos avances significativos en indicadores clave como la tasa de desnutrición crónica.

La participación de Giuliani es de aprovechar, ya que busca generar un consenso que permita fortalecer el proceso hacia la elaboración de un Plan Estratégico Integral de Seguridad y Justicia. La pregunta es, ¿seremos capaces, como sociedad, de seguir las recomendaciones de este experto para llegar a ser la Guatemala segura que queremos ser? Será la voluntad colectiva de los ciudadanos y de quienes elijamos como nuestros gobernantes y legisladores, la que determine si podremos alcanzar la paz y seguridad que todos anhelamos.